Que a una peña solitaria y más o menos ovoidea se le llame cojón...

Un sábado más regresamos a las montañas para visitar algún paraje lleno de encanto y de hermosos colores. En esta ocasión decidimos adentrarnos en la zona llamada Boca del Asno.

La ruta era sencilla a la par que entretenida por tener que ascender y descender por el cauce del río Eresma. Como la tradición manda realizamos la foto de inicio de ruta después de los saludos, preparación de ruta, etc...

Comenzamos a caminar por la orilla del río en dirección al Puente de la Cantina. Los paisajes nos anunciaban la belleza que nos encontraríamos durante todo el recorrido. 
En nuestro camino fuimos encontrando diferentes arroyos que alimentaban las aguas del Eresma. El Arroyo del Tesoro, el del Telégrafo...  Disfrutamos de aquellos parajes que paso a paso conquistábamos sin querer. 

Los Baños de Venus fueron la siguiente localización junto al río que nos encontramos. Nos aventuramos por aquellas rocas para disfrutar de las aguas y el conjunto rocoso para sacar fotos y descansar unos segundos.

Llegamos al Puente de la Cantina, un punto de encuentro desde el cual salen numerosas sendas que nos llevan a parajes muy dispares, Nosotros teníamos que dirigirnos hacia la Boca del Asno. Por el tema de coger los coches y regresar a casa. 

Nos alejamos de los preciosos parajes de agua y frondosos pinares por un paraje igual de rocoso con pinares de gran belleza pero una senda más inclinada. 

Llegamos al cerrillo Cagalobos, un lugar lleno de encanto con unas hermosas vistas ideal para realizar una parada, planear un día de relax, comer.... 


Escondido en lo más recóndito del bosque, no es fácil dar con él, como si quisiera ocultarse a miradas indiscretas estaba el Cojón de Pacheco.

Se dice que el tal Pacheco era un fanfarrón de Valsaín que presumía de satisfacer cada noche a varias mujeres. Se hizo tal campaña, que sus vecinos decidieron bautizar al tolmo más grande de la comarca con el nombre de su “masculinidad”: el Cojón de Pacheco.


Llegamos al Puente de Navalacarreta, se puede cruzar el río o puedes seguir la senda pasando por uno de sus arcos.
Llegamos a Boca del Asno y antes de sentarnos en el bar a celebrar el final de ruta fuimos a visitar los pequeños y hermosos saltos de agua 
Podíamos decir nuestra frase guerrera:
¡RUTA SUPERADA!