Llamada de Virginia. -Estamos en el puerto, no hay nadie, es difícil aparcar, bajamos a Miraflores a tomar café. ¿He cómo? Pero si aparcan autobuses. Me las cruzo, paro...(Menudo lío). Bueno, al final todos nos encontramos en el puerto de Canencia.
Como siempre foto de grupo
Fotos entre compañeros.... |
- Mirar, mirar hay. ¡La choza, la choza!.. ¡Ni caso!
La senda que seguimos recorriendo era preciosa. La arboleda de pino cubría el paisaje de nuestros laterales. El grupo parecía pasárselo muy bien. Subíamos, pero suavemente, tal como Rosa deseaba.
Reanudamos el camino, siguiendo la senda. Las marcas del GR nos guiaban sin perdida. Pero al llegar a un cruce de caminos cogimos el camino de la izquierda. Hay las marcas se perdían y seguiríamos un nuevo camino. Todos nos reíamos y disfrutábamos de la ruta. Aún quedaban muchas sorpresas.
Foto de grupo con un bello paisaje a la espalda.
La nieve hacía su presencia, aunque no era nada molesta.
Ja, ja, una ya mítica foto colectiva.
El grupo buscaba cualquier lugar para realizarse una estampa
Las risas se sucedían.
Mariano y sus féminas. El buen rollo de la ruta.
El cielo se nos abrió ante nuestros ojos. Dejamos la protección del bosque y descubrimos un amplio prado, llamado por los que saben Prado Toril. Hay una pequeña elevación denominada el Cerro de la Genciana. En ella nos encontramos una increíble construcción de forma circular, de piedra. Un gran corralón que servía para meter el ganado. Las fotos se sucedieron en él.
Una de las muchas fotos en la que Mariano sale disfrutando del lugar.
Aunque no fue el único..
Foto de grupo.
Jugueteando en el entorno.
El torero, practicando...
¡Olé!! ¡Olé!
Reanudamos la marcha, el terreno que descubrimos a continuación, estaba inundado de agua. Quien no tuvo la tentación de colocar el pie sobre el hielo para ver su espesor.
Siguiente objetivo coronar cima de la Perdiguera. Teníamos que atravesar el bosque de pinos que teníamos justo enfrente, pero aunque había amplias pistas por donde hacerlo, la nieve y el hielo nos lo impedían. Tuvimos que alejarnos un poco y bordear el bosque.
Atravesamos la valla y salimos al cortafuegos la ruta, el punto geodésico cada vez estaba más cerca.
Fotos divertidas antes de...
Llegamos a la Perdiguera. Las vistas eran impresionantes. El aire helador no nos dejó disfrutar de todo el encanto del lugar. Aun así, las fotos se sucedieron una y otra vez. Nadie se quería quedar sin la instantánea.
Cada cual disfruto del lugar como pudo y quiso. Las fotos se iban sucediendo.
¡Haciendo el ganso!
¡Con la bandera!
El frío, el aire y el hambre nos estaba matando, así que decidimos descender sin mirar atrás.
Bueno, algunos, si echamos la mirada atrás para contemplar el bello paisaje.
¡Adiós hasta pronto!
El descenso fue rápido, muy rápido.
Foto en el centro de interpretación. Ya quedaba menos para el parking y comer.
Comimos en el aparcamiento y luego a celebrarlo. Cogimos el coche y todos para Miraflores de la Sierra, que el chocolate y los churros nos esperan.
Pobrecillos los de este bar. ¡Nos fuimos sin pedir nada! ¡Gentuza!, ja, ja, ja, ja
La celebración fue multitudinaria, un salón solo para los chicos de Abantos. Triunfamos.
¡Los malos del extrarradio!!!
Si Javi y Mija se hicieron Selfi entonces...
¡¡¡RUTA CONSEGUIDA!!!