Antes de una ruta de senderismo realizamos muchos preparativos de material: la mochila, la ropa, el calzado…
Sin embargo, muchas veces no planificamos adecuadamente lo que desayunamos antes de esta actividad, y hay que tener en cuenta estos alimentos, que son los que nos darán la energía suficiente para recorrer el camino y afrontar los obstáculos que podamos encontrar. Además así prevendremos posibles bajadas de azúcar, el sufrir algún calambre muscular o algún malestar intestinal durante la actividad.
¿Qué debemos incluir en el desayuno para hacer senderismo?
Lo primero es aconsejar que este desayuno lo ingiramos más de una hora antes de comenzar a caminar, porque durante la media hora después de una comida aumentan los niveles de glucosa en sangre y si en ese momento comenzamos el ejercicio esto provoca una bajada de azúcar que puede conllevar una sensación de fatiga y cansancio.
Conviene que sea un desayuno variado pero no muy copioso para que su digestión no nos haga sentirnos muy “pesados” antes de caminar.
Es importante hidratarse bien, beber agua además de un café, o una infusión, o bien leche o un caldo. Y el desayuno debe ser rico en hidratos de carbono complejos o de cadena larga, como los presentes en el pan o cereales, y si son integrales mucho mejor, porque se asimilan estos hidratos de forma más lenta.
Los productos lácteos también son muy recomendables, leche, queso o yogur nos aportan proteínas que mejoran nuestro rendimiento.
Se recomienda siempre incluir alguna pieza de fruta, pero consumirla entera, no en forma de batido o zumo, porque en forma líquida se absorben los azúcares de forma más rápida. De las frutas más recomendables son la naranja o el plátano, este último es rico en potasio, y este mineral es muy importante para la contracción muscular y es necesario realizar un consumo suficiente para realizar cualquier actividad física
Errores a evitar
No es nada recomendable iniciar el ejercicio en ayunas, si notas el estómago “cerrado” por la mañana, intenta al menos comer una pieza de fruta antes de salir de casa, y lleva algún snack para tomar a media mañana, que contenga principalmente hidratos de carbono.
Evita el consumo de azúcar simple por la mañana, así como la bollería industrial, que sólo producen una subida rápida de azúcar tras su ingesta, pero no mantienen un nivel constante durante el tiempo que dura el ejercicio.
No conviene un desayuno con muchas grasas o proteínas, que requieren una digestión más larga. Por ejemplo, un chocolate con churros o bacon o torreznos por la mañana serán mucho más lentos de digerir.
Comer algo a media mañana
Durante el camino es recomendable hacer alguna ingesta de pequeñas cantidades de alimentos para evitar la falta de azucares durante el ejercicio.
Los alimentos que elijamos deben ser de fácil digestión, como los cereales, el chocolate, alguna barrita energética, galletas y los frutos secos, que nos aportan hidratos de carbono además de minerales como magnesio o potasio, muy necesarios para en ejercicio.