“Tú sabes quién eres. Eres aquel que sueña estar en lugares en los que nunca ha estado. El que admira la montaña que observa todas las mañanas cuando sale de casa, mientras se pregunta cómo podría visitarla.
Aquel que “babea” al ver fotografías de altas cimas lejanas y hermosos. Aquel que jamás le será suficiente toda la curiosidad de su sierra por conocer otras montañas lejanas. El que tiene una urgencia inexplicable de hacer las maletas e ir a otra ciudad donde se puede ser completamente anónimo. Sí tú. Estoy hablando contigo.
Alguna vez yo estuve como tú, constantemente soñando y deseando estar en “aquellas montañas”. Pensaba que estaba atascado en mi propia fantasía. Todo era un sueño y aunque en un momento dado había tontamente aceptado el hecho de nunca pudiera suceder, tuve esta sensación extraña de que yo no estaba destinado a permanecer en un solo lugar.
Algo en mi interior me contaba que había algo mágico afuera para mí. Y entonces, escuche aquella voz. Yo sabía y sé tan poco sobre el mundo que anhelaba saber más, pero contarlo con mis propios experiencias
Esto no sucedía durante la noche, como la mayoría de los sueños, estaba constantemente en mi cabeza. Pero un día me convenció y mi vida nunca fue la misma.
Todavía no he visto todo, sobre todo porque quiero verlo todo. Pero creo que esa es la ironía de un montañero, más que ver el mundo es una experiencia de humildad, haciéndonos sentir tan grandes y tan pequeños a la vez.
La única diferencia entre tú y yo, es que yo tomé el paso más importante para perseguir mis sueños: salir de mi zona de confort. Y fue el paso más difícil de todos, pero creeme: después de esto todo es más fácil, Lo tienes en ti para empezar, no se te ocurrirían sueños grandes si no tuvieras el material dentro de ti para realizarlos, pero por supuesto, los sueños son solo sueños hasta que se hacen realidad.
Así que hasta que no te decidas seguirán siendo sólo sueños. Sea cual sea tu razón para no hacerlo, quiero que sepas que sólo son excusas. Las he usado infinidad de veces para callar aquella voz. El dinero, el tiempo, el coraje, las inconveniencias, la incomodidad… Todas son mentiras. Las plantamos en nuestra cabeza y estas mismas nos hacen creer que todas ellas son más importantes que nuestro deseo de viajar.
Hasta que aprendas a priorizar este sueño, no hay mucho que hacer por ti mismo. Hasta que aprendas a confiar en el instinto que tienes para recorrer las montañas, entonces permanecerá así para siempre: un sueño, un sueño incumplido, empolvado y triste. ¿Sabías que puedes vivir más barato viajando y trabajando que estático en un lugar?
El mundo es un lugar increíble. Solo he visto una pequeñísima porción, tan diverso y encantador, y he pensado entonces, ¿Qué más está ahí afuera esperando ser visto y devorado? Cuantas más montñas, más mi mente ansía. Cuanto más aprendo, más pequeño me siento, y estoy consciente que el amor por las montañas me consumirá, es incómodo, a veces ridículo y no correspondido, sin embargo, ES UNO DE LOS MAS GRATIFICANTES.
Por favor, no renuncies a tus sueños. Haz que suceda más temprano que tarde. Porque, sinceramente, el tiempo para hacerlo es AHORA. Sólo asegúrate de que te haga completamente feliz.
DEJA DE SOÑAR DESPIERTO Y COMIENZA A VIVIR. Haz que suceda. Persíguelo… De lo contrario, no eres un soñador… Eres solamente otro aspirante.
Deseo sinceramente que esta carta haya dejado inquieto al “montañero” que hay en ti. La vida es aquí, ¡la vida es ahora!