La aventura de Siete Picos.

Una nueva aventura nos esperaba, en el Puerto de Navacerrada. Muchas son las rutas que podíamos realizar desde aquel punto estratégico, Siete Picos fue la elegida por su siempre enigmático nombre que tanto asombra a todos los novatos y por supuesto por sus preciosas vistas.

Comenzamos nuestro camino por la pista asfaltada que nos llevaría hasta la Residencia militar, Aquel punto era el inicio de nuestra auténtica aventura. Podíamos elegir pasar por la cancela abierta o continuar por una pequeña senda con menos inclinación aunque diéramos un pequeño rodeo.
 
Ascendimos muy bien por aquellos caminos entrelazados hasta llegar al principal de Siete Picos. En nuestro atajo dejamos atrás a la Virgen de las Nieves y alguna que otra vista que por decisión del grupo no visitamos.
Llegamos a la preciosa y siempre concurrida pradera de Siete Picos, un lugar lleno de vida donde las vistas son muy bonitas y un lugar que nos comienza a mostrar lo que posteriormente veremos al visitar los diferentes picos.
El camino lleno de rocas sueltas y una inclinación importante empeño a ser un pequeño calvario para muchos de nosotros. Todos sabíamos que era un trámite que teníamos que pasar y con más o menos ilusión lo conseguimos superar. El premio posterior sería una alegría para todos nosotros.
Llegamos al pico número 7, Pico Somontano, de 2138 m, el Pico de Nemesio López (Geógrafo y Meteorólogo). De los siete es el único que tiene un punto geodésico y nosotro ascendimos para visitarlo. Las vistas desde lo alto de aquel pico era impresionantes.

Continuamos el camino visitando el resto de picos:
  • Primer Pico: Pico de Tomás López (Cartógrafo de Carlos III)
  • Segundo Pico: Pico de Benito López (Cartógrafo)
  • Tercer Pico: Pico de Francisco López (Geógrafo)
  • Cuarto Pico: Pico de Nemesio López (Médico de la Corte)
  • Quinto Pico: Pico de Juan López (Ingeniero Geógrafo)
Algunos los visitamos y otros los dejamos atrás, Las vistas desde cualquiera de ellos eran impresionantes y todos de una u otra manera disfrutamos de cada uno de ellos.


Teníamos que regresar por el Camino Smith pero antes deberíamos descender por una trepidante y dura senda de piedras hasta la pradera del Ventoso y continuamos nuestro camino hasta llegar al camino Schmid.

Llegamos al Puerto de Navacerrada alegres por la preciosa ruta que acabábamos de realizar. Teníamos que celebrarlo como mandan los canones del senderismo.


¡RUTA SUPERADA!