Despidiendo la temporada 2018



Aquel día no tocaba madrugar, las 10 de la mañana era la hora estimada de quedada en Morazarzal. La ruta que se había planteado de unos 9 Km, escasa dificultad y fácil caminar, estaba diseñada para todos los públicos.

La Plaza de Toros de aquel precioso pueblo fue el punto de encuentro, fácil aparcamiento y un punto característico del lugar. Todos fuimos muy puntuales, como ya es la norma en nuestras salidas a la montaña.

Una parada exprés en la tienda de los chinos del lugar para realizar una compra navideña para sorprender al personal. Que cachondeo todos con nuestro gorrito de Papa Noél por las calles de Morazarzal y claro por las sendas de la ruta.

 La ruta se inicio desde la misma Plaza de Toros, un paseo por las calles del lugar hasta llegar a los pies de aquel cerro que por culpa de la niebla no se veía. La foto de inicio de ruta no se hizo de rogar. El deposito del agua fue el primer monumento cultural que nos encontramos, por decirlo de alguna forma.

Cruzamos una puerta y llegamos a una amplia senda que el grupo intuitivamente comenzó a seguir. No habían elegido la opción adecuada la idea era ascender por una pequeña y minúscula senda. Sin duda era más técnica y mucho más divertida.



El camino no era difícil de seguir, los paisajes de pinos cubiertos por aquellas niebla le daban al lugar un toque de melancolía y misterio. Aunque las cuestas se complicaban por momentos al grupo le gustaba el camino que habíamos tomado.

La senda a seguir se hizo más amplia y nuestra marcha aumento en velocidad. A nuestra derecha desde lejos y con gran destreza por culpa de la nieve podíamos observar una gran cruz que momentos después fuimos a visitar. Nos encontrábamos en el famoso Pico Martillo y la Cruz de Mayo.

Iniciamos un fuerte ascenso por el cortafuegos, un sendero que parecía no tener final. Piedras sueltas, una fuerte inclinación pero al final la recompensa llego. Nos encontrábamos por fin en lo más alto de aquel Cerro del Telégrafo ó Cabeza Mediana que es en realidad su nombre real.

La niebla nos dio una tregua y se marcho para que pudiéramos disfrutar del precioso paisaje de la Maliciosa, La Bola, Siete Picos... Sin duda unas vistas únicas.



El punto geodésico y el Telégrafo estaban ante nosotros. Primero visitamos la famosa torre y luego si nos acordábamos pasaríamos por el punto más alto del lugar. El momento foto en el lugar fue como siempre algo que parecía no tener fin. Cuando apareció la bandera fue el ya no va más.



 
Regresamos por el camino por el camino que nos habíamos desviado para coger la amplia y cómoda senda que nos llevaría hasta el pueblo. Claro pero antes unas fotos con la Sierra de Guadarrama detrás nuestra no se hicieron esperar.
Llegamos a Moralzarzal y la fiesta continuo. Nos sentamos ala mesa y celebramos la comida Navideña del grupo. Fue una celebración de Navidad con un toque de despedida hasta el año 2019.