Una ruta diferente de Abantos

Comenzamos el día en Peguerinos, la pequeña localidad de Ávila que siempre nos ha acogido tan maravillosamente. El inicio de ruta no era desde la propia localidad teníamos que desplazarnos en coche unos kilómetros.

Cuando llego todo el mundo el guía nos indicó que le siguiéramos hasta el punto de inicio. La carretera estaba en buen estado en general, algún tramo tenía baches y el hielo aparecía por momentos pero sin provocar susto alguno.

Llegamos casi al Alto de Abantos con los coches, en un pequeño hueco natural los aparcamos. Comenzamos nuestra nueva aventura en busca de Abantos.

La primera fotos no se hicieron esperar, el cartel de Abantos en el alto del mismo nombre nos incitó a realizar las primeras tomas fotográficas.

El camino que teníamos que seguir era la carretera que lleva hasta el Escorial. Destrozada por los duros inviernos y la falta de mantenimiento.

Llegamos al cruce que nos lleva al embalse del Tobar y camino del Pinar. Alguna que otra vez hemos caminado por ellos y nos han llevado a lugares preciosos.

Esta vez giramos a la izquierda en busca de la cruz de Rubens que se encuentra escondida en el bosque de pinos. El guía nos llevó directos sin perdida alguna.

Ante nosotros estaba la misteriosa cruz que muchos no saben ni que existe. ¿Por qué esta hay?.

Una parada para descansar y tomar fotos de y con la cruz e iniciamos la marcha en dirección a otro mítico paraje de Abantos.

La cruz de Rubens que todos conocen fue el sitio elegido a visitar. Muchas son las visitas que recibe y las fotos que en ella se realizan, Sus vistas son espectaculares y es un paraje con gran encanto.

Abantos nos esperaba, caminamos por la amplia pista de arena que nos llevó hasta la casita del Telégrafo. Un paraje con unas vistas impresionantes del valle y de San Lorenzo de El Escorial, Monasterio incluido.

Nuestra siguiente visita después de una pequeña caminata por un pequeño bosque de pinos fue la cima más deseada la de Abantos. Un paraje que hemos visitado muchas veces y culpable del nombre del grupo.

Las vistas desde aquel punto son maravillosas, la bandera como siempre apareció para que todos fuéramos fotografiados con ella. Todos nos fotografiamos con aquellos preciosos fondos naturales de la Sierra de Guadarrama, Madrid...

Comimos en aquel idílico paraje con unas hermosas vistas de parajes que meses antes hemos visitado en alguna ocasión y con la alegría de haber conquistado Abantos una vez más.

Iniciamos el camino con rumbo a los coches, pero en el cruce nos desviamos por una pequeña senda que nos llevó hasta un misterioso y enorme nevero con unas vistas espectaculares, sombrío y frío aquel paraje nos maravilló.

Regresamos al cruce tomar el camino que nos llevaría hasta los coches. La ruta estaba llegando a su fin.

En Peguerinos celebramos nuestro final de ruta con mucha alegría e ilusión, Una vez más podíamos decir aquello de

¡Ruta superada!