El color del otoño en el Hayedo de la Tejera negra

Cuando llega el otoño no hay nada más bonito que contemplar los coloridos paisajes que la naturaleza nos regala. También hay que decir que hay veces que los tonos ocres y rojizos de la arboleda se hacen rogar .
El Hayedo de la Tejera Negra fue el lugar elegido para disfrutar ese entorno en el que la naturaleza muestra su esplendor más otoñal. Ocres, rojizos, verdes de diferentes tonalidades, alguna rama que a perdido sus hojas, suelos cubiertos de hojas, el otoño.
Cogolludo fue el pueblo que se eligió como punto de encuentro para esta aventura otoñal. Un Pueblo conocido por palacio Ducal de Cogolludo o Palacio Ducal de Cogolludo.. Nuestros compañeros desayunaron en uno de los numerosos bares que hay en el entorno, en realidad en el único que estaba abierto aquella mañana.
Cogimos los vehículos para dirigirnos al comienzo de ruta, que estaba alejado de aquella hermosa población de Guadalajara. Una hora aproximada después llegamos a la entrada del Hayedo de la Tejera Negra. Tramites aparte, aparcamos y nos preparamos para iniciar la marcha.
Iniciada la ruta bajo una pequeña cortina de agua, las coloridas hojas de las hayas ya mostraban lo que nuestros ojos contemplarían el resto del camino. La foto de inicio de ruta no se hizo esperar. Caras sonrientes 1, 2, 3. ¡¡fotoooo!!.
Una bota despegada pudo ser el preludio de una mala jornada de senderismo pero tras una improvisada reparación la ruta se realizo perfectamente y fue...
El sendero estaba muy bien señalizado y más de uno solo se podía perder despistado por el encanto y la belleza que los paisajes les estaban mostrando.

El río nos tenía hipnotizados, cuanta belleza. La fuerza del agua siempre conquista los corazones de todo senderistas.
El encanto del lugar tenía a todos enamorados del paisaje. Fotos y más fotos del lugar, todos se divertían y querían recorrer más terreno.


Llegamos al mirador y contemplamos la belleza de todo lo que nos rodeaba, que bonito estaba todo. La poca lluvia que parecía querer caer pero ni nos mojaba adornaba el colorido terreno.
Llegamos a Canatalojas y la naturaleza nos seguía mostrando su belleza. Parada para descansar cada vez faltaba menos y todos estábamos disfrutando de aquel sábado de ruta.

Las sendas por las que caminamos nos mostraban a cada momento la belleza del otoño a cada paso. Todos querían una foto de recuerdo.

Llegamos a nuestro destino final con la alegría de a ver realizado una preciosa ruta otoñal y todos nos llevamos en nuestro recuerdos aquellos hermosos paisajes de colorido otoñal.
Celebración de fin de ruta, donde la gente se veía feliz y ya podíamos decir: