Ascesión al Reventón

Rascafria fue el lugar elegido para realizar la ruta del fin de semana. Muchos conocemos la localidad y la elección del lugar para desayunar no se hizo al azar. El local de Juanito fue sin duda elegido por que es muy céntrico y abre pronto.
Desayunamos tranquilamente, necesitábamos coger energías para realizar la ruta de aquel día, en los 10 kilómetros de subida nuestros cuerpos necesitaban estar con fuerza.
La ruta se iniciaría desde el propio pueblo por lo que fuimos directos a los coches cogimos el equipo y nos pusimos en marcha. Callejeamos unos metros hasta que topamos con el sendero amplio fácil para caminar. Momento para realizar la primero foto del día la de inicio de ruta.

El camino parecía no tener mucho desnivel pero lo cierto es que sin saberlo poco a poco estábamos ascendiendo rápidamente. Algunos nos giramos para contemplar las vistas que nuestras pisadas dejaban atrás y era cuando te dabas cuenta de lo que verdaderamente habíamos subido.

Ascendíamos rápidamente, ahora la senda era más llevadera la sombra de los árboles nos ayudaba para que no pasáramos calor. Llegamos al cambio de caminos donde un hito nos indicaba...



Marcamos nuevamente un ritmo de ascenso fuerte y la verdadera subida estaba cerca así que unanimamente decidimos parar en el camino a tomar fuerzas. Se notaba que habíamos tomado altitud no solo por el paisaje más de alta montaña también por que en las cunetas había montones de nieve.

El chocolate de muchos de nosotros estaba derretido no, lo siguiente y una de nuestras compañeras decidió enterrarlo en la nieve a la bajada lo tomaríamos. Iniciamos la marcha...


 
La senda fue tomando una inclinación mayor pero el camino en zeta nos facilito mucho el ascenso hasta que la nieve mostró su poderío. Ahora sí el terreno estaba cubierto por la nieve.
Caminamos un pequeño tramo por una gruesa capa de aquel blanco polvo.
Las vistas a la cima más alta de la Comunidad de Madrid, Peñalara eran preciosas. las fotos no cesaron en producirse pero en la bajada ya realizaríamos alguna más.



Llegamos al alto del Reventón, su propio nombre lo decía todo. Un lugar en el que un hito de piedra nos indicaba que siglos atrás aquel lugar había servido como lugar de paso de numerosas personas hacia Segovia.Sacamos la bandera, unas fotos por aquí otras por otro lado. El aire frió nos hizo tomar el camino de vuelta rápidamente.



Descendimos por el mismo lugar por donde habíamos subido, en el tramo de la nieve algunos decidimos tomarnos fotos con Peñalara y los Claveles detrás nuestro.


La bajada estaba siendo muy rápida pero teníamos que realizar una parada forzosa para comer y en un pequeño y precioso paraje con un arroyo. Relajados comimos y alguno hasta se hecho una siesta.
Continuamos el descenso después de aquella relajada comida. Estaría el chocolate donde lo enterramos La respuesta fue, sí. Se había endurecido y estaba muy rico.

Descendimos velozmente rumbo a Rascafría, encestábamos retomar fuerzas después de aquella preciosa y dura ruta.
En nuestra llegada al pueblo teníamos claro a que lugar no ir a celebrar nuestro final de ruta. La Flaca no es un local para nada aconsejable para tomar nada. Trata a sus clientes como a perros. Paramos en una pequeña terraza del Restaurante Barondillo. Un trato agradable, simpatía...

Ahora sí podíamos decir aquello de: