Sábado 18 de Octubre, no hemos planeado ruta, pero nos vamos a juntar los miembros de Abantos. Es un día especial de celebración, un día para divertirse, un día para encontrarse, un día para rememorar viejas aventuras, un día para relajarse, un día sin agujetas en las piernas, un día especial.
Habíamos quedado en el Acebo a las 14:00 para comer. El lugar no se eligió al azar, hemos estado otros años y todo el grupo no quiere cambiar de sitio. Será por su personal eficiente, por la calidad de su comida, por la cantidad de sus platos, por su maravilloso trato al cliente. En fin, hemos probado en otros sitios y como el Acebo ninguno.
Como siempre llegamos a cuenta gotas, algo normal cuando cada uno vive en un punto diferente de la Comunidad de Madrid y otros vienen de Toledo.
Una vez sentados, después de los emotivos saludos, comenzó la fiesta. Todos brindamos por un año más de Abantos, por la vida, por los momentos vividos, por un mundo mejor... La decisión de qué pediríamos quedó en manos del sector femenino. El otro sector estaba hablando de futuras aventuras montañeras, coches...
Llegó el momento de la sorpresa. Nadie se lo esperaba. Empezó a repartir. Todos se sorprendieron: era la nueva camiseta de Abantos, un precioso color, con el logo pequeño a modo escudo. Nos pusimos la camiseta y nos hicimos una foto grupal. Bueno, una, dos y hasta cien. Los chupitos aterrizaron en la mesa. Risas, brindis y pedimos la dolorosa. Realizamos el pago y nos pusimos en marcha para ir a algún local de la calle Las Retamas
Algunos miembros de la fiesta decidieron que era el momento de regresar a casa y el resto entramos en un pequeño local para seguir la fiesta. Hablamos, reímos, bebimos. El final de fiesta fue tan maravilloso como había sido el resto de la comida.
Tocaba poner fin a la cita anual de nuestro grupo de senderismo Abantos. Un día que recordaremos por los maravillosos momentos vividos, las risas, las anécdotas y una preciosa camiseta nueva que nadie esperaba.
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