🤠🌲 Un paseo otoñal por la Barranca 🌲🤠

 Aquella mañana decidimos realizar una de las rutas más completas por la preciosa zona de la Barranca, en Navacerrada. 

Nuestra aventura comenzó lejos de aquel lugar. Quedamos para desayunar en la espectacular pastelería Docma, en Becerril de la Sierra. Un lugar donde uno entra a desayunar y tiene claro que tomara un café, pero la duda es, qué bollo tomar. ¡

- ¡Uno de todos! 


Llegamos al último aparcamiento de la Barranca, lugar donde nos esperaba otra parte del grupo. Abrazos, saludos, nos equipamos y nos pusimos en marcha. Lo primero a visitar era el precioso embalse del Pueblo de Navacerrada. Las últimas lluvias le habían dado una belleza mayor de la que suele tener. 

Caminamos unos metros y visitamos la casa de los guías y el también precioso embalse del Ejército del Aire. El otoño se podía palpar en el paisaje. 

Continuamos caminando por la pista, protegidos por los grandes pinares y la débil niebla que nos rodeaba. Vimos los restos del antiguo Parque de Aventura "Pino a Pino". Qué pena de negocio. 

Nos desviamos por una estrecha senda que circulaba a la izquierda de la pista. Acabábamos de entrar en la preciosa senda Ortiz. 


Caminar por aquel lugar era casi mágico, el otoño, la niebla, los pinos... Todo el conjunto le daba un toque de misterio, belleza, paz. 

- ¡Mira un duende! "No, pero algún extraño hongo sí"

Nuestros compañeros perrunos también estaban disfrutando del paseo otoñal por aquella preciosa senda Ortiz.
Llegamos al final de la preciosa senda, visitamos los restos del antiguo sanatorio y amagamos ver el horizonte acallado por la intensa niebla.

Recuperamos la amplia pista por la que iniciamos la caminata. Nos quedaban aun metros de subida hasta llegar al hermoso mirador desde el cual gracias a la niebla no veríamos la misteriosa amada Maliciosa.

Llegamos al mirador de las Canchas, correcto las vistas de la Maliciosa, la Bola del Mundo y el comienzo de la Pedriza eran ocultadas por la niebla. Notamos la altitud, la fina lluvia nos visitó para quedarse en nuestro descenso a los coches.
Caminamos por aquella amplia pista hasta un punto donde un cartel nos indicaba donde estaba una hermosa fuente de camino a la Maliciosa. El guía propuso con la boca pequeña subir al gran risco. ¡Nadie se ofreció como voluntario!  

Llegamos a la fuente de la Campanilla, lugar que elegimos para comer, descansar y por supuesto plantear la llegada a los coches de la forma más rápida. Un pastel nos estaba esperando en Becerril de la Sierra. 

Descendimos hasta los coches por la amplia pista de forma rápida y ordenada, La lluvia parecía que había cesado en aquella zona más baja, pero la niebla era fuerte. Cogimos los coches y a Becerril de la Sierra. 



Disfrutamos de nuestros deseados pasteles, con un café y una buena compañía. Ahora sí podíamos decir aquello:
¡RUTA SUPERADA!