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Rascafría nos recibió con el típico frio otoñal Los verdes pastos parecían nevados por el hielo y el día prometía ser muy fresco.
Arrancamos nuestro paseo desde la famosa chocolatería San Lázaro. Solo teníamos que seguir la senda hasta el puente por el cual cruzaríamos el río. Disfrutamos por el camino de las hermosas hojas congeladas, árboles adornados por el hielo...
Cuando llegamos al puente nos sorprendimos que unas vallas nos prohibieran el paso pero claro si no hay nada para cruzar el río mejor no hacerlo y menos con la fuerza que bajaba.
Era hora de realizar el plan B. Continuamos por la senda paralela a la carretera hasta llegar al Puente del Perdón y enfrente del Monasterio del Paular.
Cruzamos el puente disfrutando de los encantos de la naturaleza, las ovejas del lugar, la fuerza del Lozoya y las vistas de Peñalara.
Nos dirigimos a uno de los lugares más hermosos del lugar. El famoso Bosque Finlandés nos cautivos a todos. Su precioso estanque, su arboleda otoñal y su aspecto mágico...
Un buen lugar para sacar nuestra bandera más nueva y hacernos alguna foto con ella.
Regresamos al sendero que nos llevaría hasta la famosa cascada del Purgatorio. Al pasar por las presillas no pudimos resistirnos en acercarnos al agua y...
Teníamos que elegir entre dos senderos, como no optamos por el más salvaje, La senda era más estrecha, más rocas, más arboles y más saltos de agua.
Ir tan pegados al agua hizo que las paradas para disfrutar de los saltos de agua fuesen numerosas. Todo era tan bonito que nadie quería perderse ningún paisaje, ningún salto de agua....
Llegamos a la famosa Cascada del Purgatorio después de la trepidante aventura que el camino nos fue poniendo a cada paso. Estaba impresionante llevaba mucha agua.
Regresamos por una senda diferente pero igual de bonita y llena de encanto.
Nuestro camino de regreso a los coches fue rápido y muy divertido. Todos nos sentíamos muy contentos del precioso día de ruta y los maravillosos paisajes.
¡RUTA SUPERADA!