La nieve había caído semanas atrás y aun desde la distancia se podía apreciar que esta se mantenía en las zonas altas de nuestra Sierra de Guadarrama. Elegimos iniciar nuestra ruta desde el Puerto de Cotos, no para visitar Peñalara que nos gustaría, pero tocaba un paseo por sus preciosas lagunas.
A las 9:00 am quedamos en el parking del Puerto de cotos, que nos sorprendió la poca cantidad de gente que había con el día tan precioso que se pronosticaba. Desayunamos en la Venta Marcelino tranquilamente, 2€ todo. ( café 2€, tostada 2€...)
Iniciamos el camino desde la Venta de Marcelino en dirección a Peñalara. El vigilante de la caseta nos preguntó a donde nos dirigíamos e informo que los Claveles estaban con hielo, recomendaba crampones y piolet.
En la caseta nos desviamos por una nueva senda que nos llevaría a las lagunas a los pies de Peñalara y los Claveles. El camino por el cual transcurríamos estaba lleno de piedras hielo y nieve. Sí, nieve muchos del grupo se sorprendían,
Llegamos al puente, lugar donde el camino se divide en dos. Siguiendo la senda llegaríamos a la laguna Grande de Peñalara. Nosotros elegimos ir en busca de las numerosas lagunas que hay por la otra senda. Cruzamos el puente como pudimos porque la nieve helada complicaba su paso.
Ahora tocaba lo más duro un ascenso por una senda llena de rocas que se complicaba por momentos por la aparición de pequeñas placas de hielo. Nos acercamos a una roca y disfrutamos de las vistas de la Laguna Grande de Peñalara.
Llegamos al punto donde comienzan las primeras lagunas a los pies de la Gran Peñalara, una bajada y comenzaríamos la visita a este lugar tan hermoso. Aquel también fue el momento de descansar y tomar un tentempié,
Bajamos como pudimos por aquella cuesta cubierta de nieve, El paisaje ya era totalmente blanco y nos hacía gracia ver a lo lejos los otoñales bosques de roble y en la zona del Puerto de Navacerrada lleno de nieve.
El camino era siguiendo las huellas que otros compañeros dejaron en la nieve, Contemplamos numerosas lagunas unas más grandes y otras más pequeñas.
Peñalara a sus pies era aterradoramente hermosa y los Claveles mostraban todo su poder.
Regresamos felices, habíamos visitado una laguna preciosa y lo mejor nos lo pasamos muy bien.