El problema llega cuando las dos especies coinciden. El senderista lleva bastones, sus ropajes son muy coloridos y no se callan ni debajo del agua. Las vacas buscan la paz, el sosiego y realizar tranquilamente sus digestiones.
Las vacas no entienden a los senderistas y estos las temen sin saber muy bien por que.
Los senderistas piensan que todas las vacas son bravas. Falso las reses bravas se encuentran en fincas cerradas, dehesas y rara vez una senda pasa por estas zonas. Si te encuentras un toro, intenta esquivarle lo más que puedas. Son animales territoriales y pueden atacarte en defensa de su parcela.
Cuando tienen crías es el momento más complicado de todos para pasar cerca de ellas. Si intentas acercarte a un ternero o pasas muy cerca, comprobaras que todas las vacas se ponen en alerta y puedes ser atacado por una o varias vacas.Lo mejor es rodearlas o esperar que pasen.
Las vacas como otros animales son asustadizas y los gritos o ruidos las pueden asustar. Te pueden atacar o aplastarte en el intento de huida. Pasa sigilosamente a su lado sin asustarlas o esquivalas en lo que puedas.
Si se acerca un toro (o una vaca) con actitud agresiva es preferible retroceder sin darle la espalda ni haciendo movimientos bruscos e intentar salir de su territorio, o buscar algo que nos sirva de refugio.
Como podéis ver las vacas solo atacan si se ven cercadas, acosadas o creen que sus benjamines están en peligro.
No las tengáis miedo a las vacas, pero si mucho respeto.