Antes de pronunciarme por un bando o por otro, quiero decir que yo fui de los que me molestaban los malditos bastones. Bajaba con las manos en los bolsillos, subía hay a lo loco sin preocuparme de la espalda. No los usaba.
Que bueno es que a las rutas venga gente de todo tipo, nuestra Fisioterapeuta, "Que solo con nosotros tendría curro para una vida entera", nos animo, recomendó y casi ordeno su uso.
Sí, soy un chaquetero y me cambie al bando de los que lo usan hasta para tomar el aperitivo de final de ruta.
Usando los bastones, mejoras el equilibrio, evitas lesiones en tobillos y rodillas por que distribuyes mejor el peso y tardas más en cansarte. Es como andar a cuatro patas, pero uno se acostumbra y tu cuerpo lo agradece.
No cojáis un par de palos por hay, cada uno de un tamaño y os pongáis a caminar montaña arriba, montaña abajo. Hay que aprender a utilizarlos correctamente, como lo de aprender a caminar.
Aquí os dejo este vídeo para que aprendáis a usarlos luego ya solo queda: ¡PRACTICAR! ¡PRACTICAR!
Un articulo más quiero invitaros a que me digáis si usas los bastones, no, solo en las bajadas....