PEÑALARA CIRCULAR


A las 8:00 am, comenzó nuestra aventura de Peñalara. Los cuatro aventureros, que habíamos quedado en Alcorcón Central salimos rumbo a el Puerto de Cotos.
 Jueves festivo, las carreteras sin trafico aparente y fé llegar a Navacerrada y intuimos que subiríamos a Peñalara en compañía de una gran multitud. Ni Gran Vía en época de rebajas estaba tan colapsada.

Tuvimos que aparcar el coche al final del parking, no había sitio más cerca de la salida.

Antes de iniciar la ruta, como siempre una foto del grupo no debía faltar. Esta vez solo aparecimos tres por que ni dios se digno a sacarnos una foto a los cuatro.

Iniciamos la marcha a la cima del mítico pico de Peñalara. Comenzamos con muchísimas ganas y a un ritmo divertidamente rápido.



Pero llego el momento toro!! y casi nos tenemos que dar la vuelta. Humor a costa del pobre Daniel, que momentos antes nos había contado una anécdota que tubo con un herbívoro de dicha especie. ( Una vaca ,fijo). Unas risas siempre binen bien.
Seguimos avanzando rápidamente, aun paso veloz. Teníamos que aprovechar el poco frescor que estábamos encontrando. Superamos la mítica curva y Peñalara ya era visible  en todo su esplendor





.Tras la parada para las fotos continuamos nuestro camino por aquel paraje lunar. El lugar continuaba lleno de senderistas que al igual que nosotros querían llegar a la cumbre más alta y mítica de Madrid. Mire de refilón la senda que arranca desde el Club Alpino y aunque es desconocida para muchos al igual que la tradicional venia repleta de senderistas ansiosos por llegar a  Peñalara.





 La cima ya estaba hay a nuestro alcance, pero antes unas fotos en el monolito de granito con inscripción incluida.

Como no alguna foto con la cima al fondo también callo. Peñalara estaba apunto de ser conquistada.
Llegamos a nuestro primer objetivo, con la sensación de que tampoco había sido para tanto. No se si es porque ya había estado meses antes o porque me encontraba físicamente muy bien pero esa sensación me inundo. Ahora tocaba, el reportaje fotográfico.







 Ahora tocaba iniciar el camino hasta nuestro nuevo destino, Riscos Claveles.
Iniciamos la marcha sin pensarlo ni un solo segundo. Piedra aquí piedra haya y avanzamos hacía nuestro nuevo objetivo.



 El primer obstáculo que nos encontramos fue nuestros propios compañeros que querían ser tan tan profesionales que avanzaban con bastones por aquel paraje de amplias piedras. ( Incautos ).
La senda, se puso muy interesante. Éramos cabras locas. Piedra a piedra avanzamos, hasta el Pico de los Claveles


¡¡¡ Conseguido!!!


Las vistas eran espectaculares. Desde allí, se veía nuestro nuevo objetivo. La Laguna de los Pájaros.






El siguiente paso, era descender hasta la Laguna de los Pájaros. La senda estaba bien definida y se veía claramente. Decidimos descender de aquella mole de piedra hacia la izquierda y coger el camino por el que iba todo el mundo. Miramos atrás y nos quedamos maravillados del esplendor de aquella impreionante cresta que minutos antes habíamos estado recorriendo.








Descendimos rápidamente por aquel camino empedrado. La Laguna de los Pájaros esta preciosa y el día nos acompañaba. decisión salomónica de realizar en aquel lugar la parada para reponer fuerzas. Todos a comer. Dani  y el Mija antes de reponer fuerzas decidieron darse un remojón de pies en el agua de aquella preciosa laguna.





 
Tras el chapoteo y una tranquila y relajada media hora de comida, nos pusimos en marcha para afrontar la ultima etapa de nuestra impresionante excursión. Durante todo el camino fuimos descubriendo diferentes lagunas.
 



La pared impresionante rocas que siempre contemplábamos a nuestra izquierda era impresionante. Pensar que horas antes nosotros andábamos por aquella cima, sin temor ninguno.
 
 Llegamos a lo que sería el ultimo repecho de la ruta. Me quede impresionado. Como varéis en la foto de abajo, aquel lugar lo habíamos visitado hacia un mes y poco y quien se imaginaba que aquella cuesta estuviera cubierta por tanta mole rocosa.
 Lo afrontamos con mucha energía y lo subimos rápidamente. Llegamos al megahito, un descansillo para tomar un poco de aire y afrontar la ultima etapa de nuestra impresionante ruta. La Laguna de Peñalara nos estaba esperando.

 


Llegamos al ya archi conocido mirador de Javier y tomamos la senda que nos llevaría a contemplar aquella masa de agua llamada La laguna de Peñalara.



La laguna estaba impresionante. Nos sentamos a disfrutar de ella y hubo instantes para gastar alguna que otra broma. Se notaba que la ruta había  estaba siendo muy divertida.


 
Ahora ya tocaba volver a por los coches y tomar unas pintas en el Venta Marcelino. La senda se nos hizo corta. Vivimos lo que denominamos, la imagen de nuestras vidas. Imaginaros caminando por un sendero, intentando llegar a tu destino final y te encuentras el típico matrimonio sentado a la derecha descansando. Hasta hay todo normal, claro que cuando te acercas, te quedas anonadado. La señora esta dándole el pecho a su infante. ( ¿Pero tanto, tanto mono de montaña la gente tiene?).













Ahora ya podíamos gritar aquello de...
 
¡¡¡ RUTA SUPERADA !!!